sábado, 18 de junio de 2011

Los pájaros cantan a la más profunda noche,

en la luz del invierno,

las nubes viajeras

sobre las ciudades y los lagos

pasan calidamente.


Es fin de semana,

algunos ven televisión hasta tarde,

otros aprovechan de salir de sus casas,

de sorprenderse con algo

y de volver a pie,

a la hora en que la montaña y las aves de las alturas

se toman la tierra.


Se ríen en fiestas,

pierden y ganan,

se confunden y vuelven en si,

pasan por todos los rieles con historias que solo ellos realmente conocen.


Caminan en puentes y calles,

contemplan las maravillas del cielo, el mar

y la moderna electricidad.


Navegan en barcos, se ríen de si mismo,

a ratos se vuelven melancólicos o borrachos,

y a ratos creen tener la razón en algo.


Luego se acuestan y duermen

y vuelven a ser esa joya,

ese misterio que amamos

y que profundamente desconocemos.