Al igual que Walt Whitman
Uso mi sombrero como quiero,
Dentro y fuera de la casa.
Recibo y comparto
Todo lo que me da
La vida
Y naturaleza.
Calles electricas, informes desde hoteles en las estrellas y el Fluorescente
Al igual que Walt Whitman
Uso mi sombrero como quiero,
Dentro y fuera de la casa.
Recibo y comparto
Todo lo que me da
La vida
Y naturaleza.
Mañana cotidiana
En casas y departamentos
Del gran Santiago.
Luces blancas,
Cuidado de jardines interiores y exteriores
De los hoteles
Y pequeñas plazas y piletas.
Cuadernos translucidos en librerías,
Juguetes fuera de las bodegas, en las calles,
Contra el pasto, el cielo
Y el techo de alguna iglesia.
Atajos en automóvil, radiofonía informativa.
Gente común y corriente,
Sonriente y trabajadora,
Que, como las plantas,
Miran al sol.
“A esta conversación le falta dulzura”
Nos concluía mientras miraba,
Y Decidió regalarnos
las rosadas barbas de papa noel.
Y, con tu extrema dulzura
Mi alma vaga feliz por esta vida,
Con el rosado dulce, casi irreal
Y tus mejillas sonrientes.
Es tu extrema dulzura
La que me lleva a vivir.
Existen gorras de duendes escondidos entre los árboles
De fin de semana de largo…
Existe el abrazo de la mujer
Ansiosa por mostrarse;
Pero esta mañana,
Luego de celebrar tu cumpleaños
Desayunando a la luz del sol,
El claro cielo nos detiene;
Todos somos hijos independientes,
Todos tenemos mucho y nada que decir,
Todos sabemos que el silencio es gratis.
Y es así que en esta
Y en todas las mañanas en que tenemos plena certeza;
No hay nada mejor
Que la ballena azul.